domingo, 31 de agosto de 2008

Descubriendo.

Lunch on a skyscraper, 1932, Charles Ebbets.

Y se encontraba ausente por no encontrar tu mirada. Ausente por no poder escuchar tu voz, ni poder leer tus palabras.

Seguir descubriéndote, seguir caminando, a cámara lenta, como quien juega a imitar a un robot, o como el adulto que lo observa, alegre, divertido. Conociéndote y reconociéndose. Leyéndote en el periódico, agarrándote y anudándote, concatenado a la novedad -ahora ausente- de tu sonrisa.

Queriéndose mejorar, para poder estar cerca de las líneas amasadas con tus manos. Pensando cómo olvidaría si hubiese que hacerlo por encontrarse fuera del escenario. Como un mantel sin migas, durante sólo una décima de segundo, como quien no bate el récord del mundo por verse atragantado y ya no sabe contra quién lucha. Como quien a punto de coronar, sufre un ataque de vértigo. Como un soldado que no ha probado la sal de mar y descubre en la encrucijada el miedo a la victoria.

Se encontraba como ausente entre una inmensidad lograda de una semilla de recreo en una bandeja de plata, camuflada entre el silencio que recreaba, mientras hacía del mundo un sueño interrumpido por un golpe de suerte.

3 comentarios:

María dijo...

No entiendo muchas cosas, pero me gusta eso de queriéndose mejorar... tiene que ser algo bueno si lleva a quererse mejorar...

María dijo...

pd- perdona, yo odio este tipo de comentarios, pero pone banbeja, no bandeja.... por si quieres cambiarlo...

Zerepica_n dijo...

Gracias María, sí que tiene que ser buena cosa cuando algo te lleva a "intentar ser mejor persona". Gracias por la PD. Ni ahí me daba cuenta de la errata. Salu2,