martes, 29 de enero de 2008

Y llegará el treinta y uno.


Yo también me hago a veces esa pregunta. Es incómoda e incluso injusta cuando nos visita. Pasar de largo es lo más fácil sin afrontarla en el momento. Olvidarla es darla más vida para el futuro. Recordar que ya fue enterrada atemoriza tu mirada.

Yo también me hago a veces esa pregunta y la he dejado pasar de largo. La he olvidado y la he visto renacer con más orgullo. Entonces recordar que la creí muerta me ha carcomido en las entrañas. Dudar así no deja indiferente.
Hoy también me he hecho esa pregunta. Entonces he recordado esas perlas que provocan mi sonrisa y luego que preguntes qué me hace gracia y yo te diga que me siento feliz y es porque olvido así esa injusticia incómoda que me visita, para que luego -cuando te has ido-, me golpee de nuevo por haber sido enterrada sin afrontarla en tu mirada.

viernes, 25 de enero de 2008

La tele hizo pensar una vez a Gato.

Gato estaba sentado en el sofá de su casa. estaba mirando la tele, pero no la veía. De pronto pusieron un anuncio y pensó...






¿Podrías imaginar un mundo sin tiempo? Sin el pasado no existirían esas cargas, ese querer olvidar, ni esos recuerdos sombríos o alegres que inundan al anochecer.

Sin tiempo no existiría futuro que esperar, ni miradas que desear, no habría sueños ni despertar.
Sin tiempo no habría orden, ni actividades. No habría frío, ni luna, ni cielo con nuves que ver pasar. No habría espacio, ni voz para chillar. Sin tiempo todo sería un no terminar.




Sueño que pierdo antes de despertar; que miro al cielo, sin poderlo mirar. Sueño que oscurece. Se que es un sueño que jamás olvidaré. Sueño que sueño y que no puedo despertar.

Miro este tiempo y no sé qué puedo pensar, si sueño despierto o no sé si es el mirar. Sueño que encuentro en el tiempo dormido, mirando hacia el cielo, un no tener que esperar.

Brindo porque el tiempo no acabe ni la lógica lo haga al empezar a soñar.

sábado, 12 de enero de 2008

En su busca.

Oculta la identidad o no descubierta. Millares de miradas -imposibles estadística inquieta, que anochecen cada día. Pudiera ser que ande oculta o que aún esté encubierta. Quizás teja y desteja en la espera o sólo mire andares u observe apariencias.


Estuvo inquieto. Hoy está en calma y reflexiona la espera tan ansiada. Hoy mira su reflejo en el pasado y comprende. Se nutre en la experiencia e intenta asimilar, quizás sólo unos años. Recuerda aquel tiempo inseguro del destino y logra atisbar esa inocencia dolente del tiempo pasado. Hoy mira su futuro y sin prisa sabe que estará el coleo en otra espera.

El tiempo o el destino. Discurre ausente de un viento nuevo, que sabe el peso que encontrará sin huir tan sólo un nuevo día.

¿Podrá esa dicha aparente estar muerta? ¿Será el olvido? Quizás la suerte arrogante de lo vivido.

Ante el desierto dormido y la cadencia perdida, resurge nueva una puerta en el camino. Pudiera ser temido ese destino, aunque sea en todos los sentidos.