Cuando no son los colores los que alumbran,
ni tampoco las miradas las que brillan,
corren tiempos escasos de alegría
que inundan las paredes de la vida.
Cuando faltan luces en la luna y no ve nada quien camina,
cuando se acerca la noche y se marchita el día,
comienza el tiempo lento que nos enfría.
Corrió la lluvia dibujándolo todo.
Llovieron días que tintaron con sus gotas los campos, todos llenos de alegría,
pero también fueron ellos quienes gritaron que además, de tragedia
están pintados nuestros días.
viernes, 12 de septiembre de 2008
Luces y claros.
La despedida de Héctor y Andrómaca (Giorgio de Chirico, 1917)
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2 comentarios:
OLE
OLE
OLE
Y
OLEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!
ESTÁ GENIAL!!
Tú si que sabes escribir!
Gracias Soni! Cuánto time sin verte por aquí, pásate más a menudo. Un abrz,
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