sábado, 17 de noviembre de 2007

Aproximándolo todo.

Miraba el teclado. Sus manos sobre diez letras. Ante lo indoloro, ante la soledad de su ordenador. Miraba hacia atrás, miraba su pasado. Pensaba en su último amor, en el anterior. Buscaba un tema que no podía encontrar. Ahora observaba el humo que traslucía la pantalla de su ordenador. Revolvía entre los recuerdos de su infancia, entre los escombros de una muerte, pero estaba solo. Sólo escuchaba una frase que tenía como clavada en el corazón y sentía la necesidad imperiosa de escribir para lograr olvidarla. Le mataba, le entumecía los dedos y le paralizaba. Lo intentaba pero no podía más que dejar el tiempo pasar observando, releyendo un pasado, explorando su cotidianidad, queriendo escribir -quizás sobre el tiempo, sus sueños o su mirada-, pero olvidando, que era -a fin de cuentas-, lo que supo que algún día lograría.Todos se habían ido alejando. Mientras, el fuego ardía consumiendo el cilindro americano. Él no se terminaba de disgustar, en el fondo su mejor amiga siempre fue la soledad y muchas veces se recluía con ella estando rodeado, oyendo risas, tomando copas, incluso conversando, pero aburrido.



6 comentarios:

Anónimo dijo...

a veces inquieta un poco la soledad... pero creo que damos en el clavo cuando la vestimos con las ropas que le quedan mejor: soledad para acompañar; soledad para reflexionar; soledad para llorar; soledad para tomar decisiones importantes... entonces es una buena amiga y sucede que nunca estamos solos. Buena entrada y muy bueno tu blog. Te recomiendo en el café de redacción.

María dijo...

puf! la soledad da pánico.... tiene razon Juanjo con lo que dice de "vestirla bien"...

Perdida dijo...

La soledad asusta. Todos le tememos, aunque no todos lo reconozcamos...pero esta,para nuestra suerte, como muchas otras cosas, no dura eternamente.

besos!

Zerepica_n dijo...

Gracias juanjo... (demasiado largo, jeje) tb yo te recomendaré. Es muy cierto eso que dices. Salu2

Quizás María, pero no siempre.

Gracias por tu coment soledad. Creo que no debe asustar tanto, es una oportunidad tb en el fondo!

Salu2

Alucard dijo...

Gran texto, describe de manera grandiosa lo que he sentido, hemos y han de sentir algunos, que a pesar de estar rodeado por la gran multitud - enajenada y beligerante en general- uno se aburre, y conversa con la soledad de ese aburrimiento por el cual ahora suscribo en este rincón de grandes pasajes.

Anónimo dijo...

La soledad sólo la conocen y conversan con ella aquellos capaces de trascender, de mirar más allá de sus narices, de reflexionar, de priorizar y valorar lo importante de la vida...
Los demás están demasido ocupados comprando cosas, viendo la televisión, quedando con sus "amigos" (colegas a los que ni siquiera conocen), tratando de quedar bien, de meterse en todos los charcos, de no dejarse pensar...Algunos que ya la han mirado a los ojos tratan de esconderse en el trabajo desenfrenado o de ahogarla con su MP4.
Sólo algunos tienen el valor de encararse con ella, hacerle preguntas e intentar darle respuestas. y entonces llegan a apreciarla.

Y tú eres uno de ellos Manu, enhorabuena!!!
Ahora, creo que lo peor que te puede pasar es estar rodeado de gente y sentirte solo...En ese momento plantéate si es por falta de una segunda dimensión de esa gente, falta de confianza, o porque a veces a tí no te apetece hacer el esfuerzo de compartir. Ese sería el peligro, hacer de la soledad un refugio.