lunes, 23 de noviembre de 2009

Instantes.

L´abbracio. Gustav Klimt (1862-1918).

Cotidianeidad, ese concepto estético de la esencia de lo constante, ordinario y sin valor prestado, que está ausente en nuestra mente hasta que se rompe y se echa en falta por su ausencia inesperada.
Infravalorada. Infravalorada cuando se tiene, pero también cuando se espera. Si la esperas, no la deseas y cuando la deseas es porque la añoras, al ver cómo se va o al recordarla cuando se ha ido.
Es ese ritmo. Son esos gestos, esas señales de que no ha cambiado nada, de que todo está en su sitio.

6 comentarios:

Beto dijo...

Echaba en falta nuevas entradas, me alegra que hayas vuelto Zerepica_n.

:)

Beto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Perdida dijo...

me alegra tu regreso por estos lares,aunque yo a veces me ausente :)

Anónimo dijo...

Muy buena tu entrada y el cuadro...lo recuerdo.Expléndido!!
Virginia

Igor dijo...

Buen juego de palabras. Respecto al fondo, no me lo había planteado, pero tal como lo expones parece del todo natural.
"sí la esperas, no la deseas", ¡cierto!

Meli & Soni dijo...

Siempre apreciamos las cosas cuando las perdemos, aunque sean temporalmente... Suele ocurrir que incluso una vez que las recuperas,, al cabo de poco tiempo... vuelves a considerarlo "normal" "cotidiano"... porque el ser humano piensa erróneamente, que todo está ahí porque nos lo merecemos, porque lo valemos; y no se da cuenta de que las cosas están ahí porque alguien, alguna vez, se esforzó porque eso ocurriera..

Me encanta que hayas vuelto!!! Quiero tus textos-pensamientos en mi cotidianeidad.