sábado, 25 de octubre de 2008

Las oportunidades.

¿Será que he perdido tantas oportunidades que no lograré jamás alcanzar esa, mi meta?-

»Se preguntaba eso porque temía no volver a tener esa oportunidad de nuevo. Lo peor es que era cierto, jamás volvería a estar en una encrucijada que le permitiese un cambio como el que hubiera supuesto acertar hoy.

»Esteban era un joven bastante obstinado. No pensaba nunca nada dos veces si no era necesario. Sabía en todo momento cómo debía actuar. Ahora después de mucho tiempo –quizás desde la niñez-, volvía a tener miedo. Temía haberse equivocado.

«Cometí un error». Sólo pensar en ello, le hacía temblar. Se había preparado durante muchos años para conseguir ser el mejor y hoy, había cometido el mayor error de su vida. Dejó que se escapara como entre sus dedos la mayor oportunidad que jamás hubiera soñado, y lo hizo sin hacer nada. Pudo haber actuado diferente. Pudo no haber quedado paralizado ante una situación esperada durante tanto tiempo y que sólo ahora era capaz de comprender, de entender que nunca más volvería.

»Siempre pude hacer más, siempre pude haber renunciado a algo más de mí. Este es mi castigo. Cada día, cada segundo, siempre pude haber entregado un segundo más de atención, un segundo más de disciplina, un segundo más de…

«Déjalo Esteban, no te culpes más. No lo hubieras conseguido».

»Siempre, siempre se puede hacer más. Hoy no iba a ser una excepción.

«Esteban, piensa que si te duele, es que estás vivo.




Las Oportunidades (El Cantante, 2004).
Andrés Calamaro.

3 comentarios:

Alberto dijo...

Me gusta esta entrada. Tiene el toque de todas las demás -algo melancólico- pero se lee distinta.
Buen texto, sí señor.

Anónimo dijo...

es increible como ante situaciones así, que practicamente sólo hoy en dia te presenta la vida, pues ésto no existio siempre, creyendo conocer a alguien siempre te hace creer que no sabes nada, que cada dia estas mas vacio, que lo que sabias de él no era nada.
uN AbRaZo

Zerepica_n dijo...

Gracias Alberto, me alegro de que la leas distinta, un saludo,

Anónimo, es muy difícil conocer totalmete a alguien, ni a alguien muy cercano siquiuera. En situaciones extremas ni siquiera uno mismo sabe cómo reaccionará. Quién puede saberlo? Gracias