viernes, 20 de junio de 2008

Fue una clara tarde, quizás la primera.

Como aquel viernes que consiguió salir de la oficina por fin a las seis en punto, recordaba el paseo en el metro leyendo a esa escritora inglesa del siglo anterior, como un ángel caído. Se dirigía a casa cuando otro escritor le vino a la mente. Éste, más retorcido cuanto más tardío, era el próximo reto a investigar, del que aprender mientras se paseaba cada mañana, apretado, empapado en el amarillento calor humano de un suburbano abarrotado y vacío al mismo tiempo. Entonces recordó que salió hoy más temprano.

Y miró su marca-páginas-plano-de-metro-viejo, que no necesitaba mucho para morir en manos infantiles o simplemente menos cuidadosas. Si se apeaba en el próximo agujero amplio, podría cambiar su trayecto y realizar uno mucho más digno de aquella inglesa. Así que sin dilación, levantó su mirada de las letras para atravesar el portón que le volvía a su siglo. Y como aquel epicúreo que haciéndose pasar por griego acabó, como muerto de circo, cambió de andén, de línea y de vagón y en unas pocas paradas se encontró ante un inmenso mundo de libros que lo contemplaban. Todos esperaban su momento ilusionados, sabiendo que no todos tendrían tiempo para más que una simple ojeada y se tendrían -orgullosos ellos-, por afortunados, concienciados incluso de que algunos, los que más, no tendrían ni eso.

Pronto encontró el que buscaba y se le vinieron como un alud otros muchos que sin orden, sin formar, y provocando una sabrosa tentación le rodaron amordazándolo como reo que no puede más que pensar.

Y tras una impetuosa lucha de poder, aunque sin llegar a las manos (sólo un corte por descuido y prisas), por fin salió con su olor a nuevas narraciones en su bolsa y con ese deje propio del café en la boca, deseoso de llegar a casa para quemar este siglo.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta como lo has descrito, ese entrar en un mundo paralelo que te ofrecen los libros y más aún el ir a bucear entre montañas, estanterías y filas de libros.
Nunca dejes de escribir ;)

Zerepica_n dijo...

Anónimo, muchas gracias. Es una sensación brutal leer comentrios de otras personas que disfrutan con lo que uno escribe. Un saludo,

Anónimo dijo...

Amiable fill someone in on and this enter helped me alot in my college assignement. Thank you for your information.