«Dos tragedias hay en la vida: una no lograr aquello que ansía el corazón, la otra es lograrlo» (George Bernard Shaw).
Quizá te las envíe porque no quiera que me olvides.
Quizá porque te quiera o porque no quiera que me quieras.
Será para decirte lo que no puedo decirte, o porque no olvides
que me gusta que me digas que hasta en sueños te recuerda
esa sonata que, risueña, dice que quiere que me muera.
Aunque luego ya me olvides, aunque no llores, aunque no quieras.
Aunque me mires disgustada porque ya no es ese día.
Porque estoy preparado para no evitarte que la veas,
porque ahora ya navego y en mi ruta estará ella.
Porque ando preparado para que de nuevo, llegue a mí otra tragedia.