domingo, 22 de febrero de 2009

Frutos secos.

CARBóN Y RAMAS SECAS (ARENA EN LOS BOLSILLOS).
MANOLO GARCÍA.
.
Sírvete entre tanto
lo que te apetezca.
Redimirte quiero,
más sin sobresaltos.
.
Sobre los tejados se escapa la tarde,
humo de un cigarro que fuma Gardel.
En el dulce licor que me hiere salvaje,
en los garabatos que hago en el mantel.
.
Y esperaré, y si no vuelves,
bajo el olivo me quedaré dormido.
Esperaré por si te pierdes.
Saldrá la luna fanalico encendido.
.
Te regalo mi capa,
mi capa de color grana,
mi triste sonrisa alzada en las ramas,
en los gallardetes, en las banderolas.
yo te haré un vestido de un rojo amapola.
.
···
.
Nana del marinero, nudo de antojos,
que nadie te amará tanto como yo.
Si ahora pudiese estar mirando tus ojos,
¿iba a estar escribiendo aquí esta canción?
.
Y esperaré, y si no vuelves,
bajo el olivo me quedaré dormido,
y dormiré entre libros prohibidos,
al olvido de un tiempo que añoro,
el que viví contigo.
.
Mi caballo negro,
yo te lo regalo.
Carbón, ramas secas
al enamorado.
.
Perdonarte quiero,
más no tengo prisa.
Disculpa un momento,
que me desenredo.
.
Sírvete entre tanto
lo que te apetezca.
Redimirme quiero,
más sin sobresaltos.
.
Tuyo es el triunfo.
Sabor amargo
del seco fruto
del desencanto.
.
Laurel del triunfo.
Sabor amargo
del seco fruto
del desencanto.



domingo, 15 de febrero de 2009

Más datos.

Francis Bacon.Óleo sobre lienzo. 35,5 x 30,5 cm. Autorretrato (1971) Centre Georges Pompidou. París

Cómo detesto la estadística simplona cuando habla de tendencias, de aficiones, de gustos, de preferencias. Cúanto detesto encontrar en el coleo esas miradas insignificantes que quedan en el olvido por no ser numerosas, por débiles, por inocentes. Todos sabemos la temporalidad de los laureles, lo imperemnes de esas hojas que marchitan con el tiempo y seguimos creyendo en esos datos estadísticos que nos muestran lo que quieren. Son como un estado de ánimo que nos inunda y nos posee, como cuando olvidamos que sólo es que cambió el tiempo y que esa mirada no va más allá de esa mirada.


Están bien cuando nos vemos ahí, en lo más alto y te sabes fuerte por estar rodeado, quizá olvidando que será marchita la gloria. Y cuanto más alto te lleva ésta, más tarde eres consciente de que son sólo números sin significado por estar corrompidos desde que son únicamente idea. Pero te miras te gustas y te enmudeces en un silencio vacío que no aporta nada. Mucho ruido, mucha suerte, mucha gente y luego todo queda hueco. Soledad que sigue a la gloria.