domingo, 23 de septiembre de 2007

Oportunidades.


¡Cuántas veces lo habrá leído!

Sigue la corriente del río, mira su reflejo.

Es un halago saber que sin ser pez de río, alguien te ofrece una oportunidad así.

Al recordar su primer día se echa a reír. Recuerda su vergüenza, sus miedos. Ahora se ríe. Sólo necesitó algo más de seguridad, un poco de menos prisas, una sonrisa. Llamémosle Tiempo. El Tiempo es muy sabio. Según transcurre te ofrece con sus manos abiertas todo lo que vas necesitando.

Ayer estaba con unos amigos en la montaña. Atravesábamos una cueva dolomítica con rocas carbonatadas y alguien preguntó la diferencia entre abrazar y apoyar. Primero me vino a la mente que abrazar es ofrecer los brazos, estrecharlos; y que apoyar es dar descanso, servir de sustento. Parece una perogrullada, pero a mí me hizo pensar.

En el río no sólo hay agua que fluye, como en la mar no es todo espuma salada que bate contra las rocas. Para saber cuánto más hay en uno y otro, tienes que zambullirte, empaparte y ahondar entre las fluviales corrientes.


3 comentarios:

Alucard dijo...

El tiempo y las personas, no son intrascendentales, por el contrario, son tan complejos como la espuma marina, tan briosos como la corriente de un río embravecido. Clamar por la verdad, ahondar en ella es tan complejo como nadar en las aguas de un río de amigos preocupados.

Disculpa mi prolongada ausencia, espero estar una vez más de regreso.

Anónimo dijo...

Desconocía tus dotes literarias...

Zerepica_n dijo...

Gracias Alucard, siempre estás ahí.

Bienvenido Rocco, ahí están. Es cuestión de ponerse, nadie nace sabiendo. Aún hay mucho que mejorar.

Salu2