jueves, 16 de septiembre de 2010

Nada.


Sería un error concluir que no tiene valor que dé quien tiene, por sí tenerlo que dé quien no tiene nada. Pues tiene menos valor que quien no tiene nada, no de lo que tiene. Esto es, que por ejemplo -pudiendo-, no usara su no tener nada, como argumento para que el que tiene algo, lo dé, y menos si aún sabe que puede hacer esto.


De hecho, nadie podrá darle menos valor al que teniendo, no da, si el que no tiene nada, no le animase a que dé todo lo que tiene; ni tampoco si al que no tiene nada y no da, nadie le enseña que aún no teniendo nada, todavía podrá dar todo lo que tiene.


Porque podemos dar más tengamos o no tengamos nada; ya que al final, y con todo, siempre podremos dar hasta que nos tengamos en nada.
Foto: Cara norte del Monte Everest.